Los animales tienen dificultades para mover sus patas traseras. A veces tropiezan y luego luchan para seguir caminando.
La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida ha registrado en las últimas semanas varios casos de pumas norteamericanos (conocidos como panteras de Florida) y linces que caminan de manera anormal y tienen dificultades para controlar sus patas traseras. Hasta el momento, los expertos no saben por qué los animales exhiben estos extraños síntomas.
En videos difundidos por medios estadounidenses se ve que los felinos parecen no tener problemas para usar sus patas delanteras, pero las traseras se entrecruzan. A veces los animales ceden por completo bajo su peso mientras caminan, lo que les hace tropezar. Luego luchan por continuar caminando.
“Si bien la cantidad de animales que exhiben estos síntomas es relativamente pequeña, estamos aumentando los esfuerzos de monitoreo para determinar el alcance completo del problema”, sostuvo a Gil McRae, director del Instituto de Investigación de la FWC, citado por NBC.
Ese organismo ha confirmado que un puma y un lince han mostrado resultados positivos de daño neurológico, que podría también ser el motivo por el cual otros felinos silvestres se comportan de esa extraña manera.
Sin embargo, McRae señaló que los expertos han descartado “numerosas enfermedades y posibles causas”, y todavía están trabajando para determinar qué está causando el trastorno. El FWC ahora está haciendo análisis médicos para detectar en la sangre de los felinos toxinas, incluido veneno para ratas, junto con posibles enfermedades infecciosas y deficiencias nutricionales.
La agencia pidió a los residentes locales que compartan imágenes de vigilancia personal que puedan mostrar a los animales teniendo problemas en sus patas.
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