Rusia presentó ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU un conjunto de documentos que respaldan sus acusaciones contra Ucrania por genocidio contra la población de la región del Donbass, informa el Ministerio de Exteriores ruso.

Según un comunicado publicado por la Cancillería, se trata de pruebas relacionadas con más de 140 episodios de eliminación deliberada de la población civil, con testimonios de unos 300 testigos y víctimas, así como los resultados de exámenes periciales y otros materiales de casos penales pertinentes.

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Los materiales exponen los “indicios de intención genocida” por parte de las Fuerzas Armadas y los batallones nacionalistas de Ucrania para, precisamente, “liquidar a la población rusoparlante del Donbass, a ciudadanos de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, a los parroquianos de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana y, en general, a los residentes de la región”, bajo el pretexto de lucha contra el “terrorismo” y el “separatismo”.

“Se ha puesto de relieve la naturaleza neonazi del régimen de Kiev y su dependencia de la ideología criminal de los sangrientos movimientos nacionalistas ucranianos y del Tercer Reich. Se han presentado pruebas de la discriminación generalizada por motivos étnicos y lingüísticos contra los rusos y los rusoparlantes, y del deseo del régimen de borrar por completo la lengua y la cultura rusas”, reza el comunicado.

La presentación de pruebas se hace en el marco de un procedimiento interestatal iniciado por Ucrania en febrero de 2022 con la intención de acusar a Rusia de “abusar” de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948, y detener la operación militar especial, cargos ya desestimados por la Corte en febrero de este año.

Ucrania tendrá ahora que responder al “contra-memorándum” de la parte rusa. Se esperan fases adicionales del procedimiento escrito. La sentencia definitiva se dictará una vez concluidos todos los procedimientos necesarios y celebradas las vistas verbales en La Haya.