Hassan Nasrallah, el máximo líder del movimiento chiita libanés Hezbolá, fue asesinado porque no deseaba una desescalada con Israel, reporta Axios, citando a sus fuentes.

Según un alto funcionario israelí, la razón detrás del ataque fue que Nasrallah no desvincularía a Hezbolá del grupo palestino Hamás en la Franja de Gaza y no detendría los combates en la frontera norte. “Por lo tanto, la decisión fue sacarlo [a Nasrallah] del panorama de toma de decisiones“, explicó el funcionario el sitio de noticias.

“Nasrallah asesinó indiscriminadamente a civiles israelíes y pretendió poner fin a esta guerra con la destrucción del Estado de Israel. Nos aseguramos de que eso no ocurriera. Lo eliminamos y seguiremos fortaleciéndonos”, anunció por su parte el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi.

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A continuación, Halevi denunció que “Hezbolá ha asesinado a personas inocentes en todo el mundo, escondiendo sus armas bajo las casas de familias, mujeres y niños y convirtiéndolos en escudos humanos”.

“No permitiremos que se amenace a nuestros ciudadanos”, avisó el militar, recalcando la decisión de “seguir destruyendo a la organización terrorista Hezbolá y a seguir luchando”, al tiempo que subrayó que uno de los principales objetivos de las FDI es el regreso seguro de los rehenes a sus hogares.

De igual forma, Ynet sugirió, citando sus fuentes al tanto de discusiones a nivel político del país hebreo, que, tras la eliminación de Nasrallah, se podría crear “una nueva ecuación para llegar a un acuerdo con el Líbano”.

Hezbolá confirmó este sábado la muerte de Nasrallah. Las FDI afirmaron haberlo abatido durante su ataque aéreo del viernes contra un edificio residencial en el suburbio de Dahieh, en el sur de Beirut, bajo el que se encontraba el cuartel general del movimiento libanés.