El vicepresidente de EE.UU., James David Vance, no se reunirá con el canciller alemán Olaf Scholz durante su estancia en Múnich, informa la edición europea de Politico.
El equipo de Vance explicó que se había planeado una reunión en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, pero que surgió un problema en la agenda de la parte alemana.
Teniendo en cuenta que Scholz es el líder del país anfitrión, sorprende que no se reúna con Vance, resume Politico, que interpreta lo ocurrido como un reproche diplomático de EE.UU. al líder del país anfitrión relacionado con el tema de Ucrania.
Un exfuncionario estadounidense declaró al medio que Vance nunca había planeado reunirse con Scholz en Múnich, ya que sus planes estaban siendo ultimados a finales de enero y principios de febrero, cuando incluso se estaban programando reuniones con funcionarios de menor rango, como el secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, y el líder democristiano alemán, Friedrich Merz.
“No necesitamos verlo, no será canciller por mucho tiempo”, justificó el funcionario el enfoque del equipo de Vance.
El canciller Scholz criticó el pasado viernes en una entrevista al presidente de EE.UU., Donald Trump, por exigir que Ucrania le entregue sus recursos naturales, incluidas tierras raras, a cambio de ayuda militar estadounidense. El mandatario alemán afirmó que, en la situación actual del país eslavo, la postura de Alemania es estar “a su lado sin cobrarle por ello”. “Esa debería ser la actitud de todos”, insistió Scholz.
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