Netflix, el gigante del contenido multimedia en Internet, cuenta con más de 135 millones de suscriptores. Es, sin duda alguna, un lugar de trabajo soñado por muchos. Sin embargo, los valores que la compañía impone a sus empleados no son demasiado atractivos, desvela The Wall Street Journal.
El diario estadounidense ha entrevistado a decenas de empleados de Netflix para llegar a la conclusión de que mucho en el funcionamiento de la empresa se debe a la atmósfera de miedo deliberadamente creada.
La sinceridad y la transparencia son dos máximas en esta compañía, que considera que parte de su éxito se debe a su cultura empresarial. Por ejemplo, es habitual para los superiores tener que preguntarse sobre qué empleados de la plantilla creen que deben ser despedidos. Concretamente, a los gerentes se les ofrece la posibilidad de que decidan por qué empleados apostarían y por cuáles no.
Asimismo, cuando un superior considera que uno de sus empleados ha cometido un error, se le exige que explique ante sus compañeros qué hizo mal.
Si la empresa decide prescindir de un trabajador, todo el personal es avisado por correo electrónico de los motivos del despido.
Según los entrevistados, mantenerse fiel a la visión del actual director de Netflix, Reed Hastings, es cada vez más difícil debido al ritmo vertiginoso de crecimiento y evolución de la compañía. En una década, Netflix ha pasado de ser un servicio de suministro de DVD por correo a una locomotora global con más de 6.000 empleados, incluidos los casi 2.000 contratados este año.
Los altos cargos, sin inmunidad
Algunos de los exempleados han descrito a Hasting como una persona “carente de emociones” y despiadada. El año pasado el director despidió a Neil Hunt, veterano director de productos de Netflix, quien contribuyó a crear el famoso algoritmo que sirve para organizar la programación para los espectadores. Hunt era uno de los primeros empleados de la compañía y amigo de Hastings durante muchos años.
Hastings explicó a Hunt que mucho ha cambiado en Netflix con la reciente expansión y que uno de los subordinados de Hunt encajaba mejor en su posición.
La peculiar cultura corporativa ‘darwiniana’ afecta a la más alta jerarquía de la gerencia también. En una reunión de ejecutivos de la compañía que tuvo lugar la pasada primavera, uno de ellos reconoció que cada día acude al trabajo con miedo a ser despedido.
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