Las ventas de automóviles de marcas chinas superaron a las de sus rivales estadounidenses por primera vez el pasado año, señala un informe de este jueves de JATO Dynamics, empresa líder mundial en datos, análisis e inteligencia automotrices.
Las marcas de origen chino vendieron 13,43 millones de automóviles nuevos en el 2023, un 23% más que el 2022, mientras que sus contrapartes estadounidenses vendieron 11,93 millones de unidades, un 9% más que el año anterior. Las marcas japonesas mantuvieron una posición sólida en el mercado global, con 23,59 millones de unidades, según refleja el informe.
Economías emergentes
El documento también detalla que el año pasado, el 22% de las ventas de coches nuevos se realizaron en economías emergentes. “Se vendieron más de 17,5 millones de automóviles nuevos en las economías emergentes en 2023. Eso es más que las ventas totales en EE.UU. o Europa durante el año”, afirmó Felipe Muñoz, analista principal de JATO Dynamics.
También se reflejó que la participación de mercado de las marcas chinas se disparó en regiones como Oriente Medio, Eurasia y África, al tiempo que registró un crecimiento en América Latina y el sudeste asiático. Estos automóviles también ganaron cuota en las economías desarrolladas, incluidas Europa, Australia, Nueva Zelanda e Israel. Por el contrario, Estados Unidos y la India vieron poca aceptación de los autos chinos, al igual que Corea y Japón.
Crecimiento global
JATO explica que, a pesar de enfrentar muchos desafíos, la industria automotriz mundial tuvo un buen desempeño en el 2023. Según sus datos y estimaciones para 151 mercados en todo el mundo, el año pasado se vendieron un total de 78,32 millones de autos nuevos. Esto marca un aumento de casi 7 millones de unidades desde el 2022, un incremento del 10%.
“El crecimiento observado en 2023 es notable, especialmente considerando las tensiones geopolíticas actuales entre China y Estados Unidos, la inestabilidad generada por los conflictos en toda Europa, las altas tasas de interés que persistieron en la mayor parte del mundo occidental, y el alto precio de los vehículos”, comentó Muñoz.
Proteccionismo y guerra comercial
“A medida que el mercado interno muestra signos de desaceleración, los fabricantes chinos están buscando fuentes de crecimiento en el extranjero. Las ambiciones de desarrollar una presencia en Estados Unidos y Europa se han visto interrumpidas por medidas políticas sólidas diseñadas para proteger a los fabricantes locales”, puntualiza Muñoz.
“Las marcas chinas ya han tenido éxito en las economías emergentes debido a políticas de acceso más fácil, barreras comerciales más bajas y una mayor sensibilidad a los precios entre los consumidores. La decisión de la UE de imponer aranceles de hasta el 38% a los vehículos eléctricos chinos importados a partir de julio de este año ofrece nuevas razones para continuar con esta estrategia”, enfatiza el especialista.
El Ministerio de Comercio de China ha advertido recientemente que tomará represalias si la UE sigue adelante con sus planes de imponer aranceles a los autos eléctricos fabricados en el gigante asiático. Pekín está molesto con el creciente ritmo de las investigaciones comerciales iniciadas por la Comisión Europea en los últimos meses, y pide una salida negociada y nuevas ideas para evitar una mayor escalada ante una inminente guerra comercial.
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