El personal del Hospital de Sebastopol de Reims (Francia) ha iniciado este lunes el protocolo para poner fin a la vida de Vincent Lambert, un paciente tetrapléjico que permanece en estado vegetativo debido al daño irreversible que sufrió en el cerebro como consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido en 2008.
Lambert, cuya familia está dividida en relación a su futuro, se ha convertido en el símbolo del debate sobre la eutanasia o, como lo describen varios medios de comunicación, sobre “la muerte digna”. Así perciben la interrupción de la hidratación y la alimentación artificial de Vincent Lambert su esposa Rachel, cinco de sus hermanos y su sobrino.
¿Una muerte digna?
No obstante, los padres del paciente, una hermana y un medio hermano, opinan que Vincent es una persona discapacitada y que cortarle la nutrición y la hidratación equivale a una forma de eutanasia, un procedimiento prohibido en Francia.
Por su parte, los médicos que tratan al paciente se rigen por la Ley Claeys-Leonetti de 2016, que prohíbe la eutanasia y el suicidio asistido pero autoriza la interrupción del tratamiento en casos como el de Vincent. En 2014, los médicos de Lambert, respaldados por su esposa y hermanos, decidieron interrumpir la nutrición e hidratación del paciente de acuerdo con esta ley. La decisión fue tomada por su médico ante la ausencia de evolución neurológica favorable, ya que seguir alimentándolo representa una “obstinación irrazonable”, una de las condiciones previstas por dicha ley.
Desde entonces no cesa la lucha legal de los padres de Vincent para mantenerlo con vida. El pasado sábado remitieron una carta al presidente francés,Emmanuel Macron, pidiéndole ayuda. El mandatario admitió este 20 de mayo en su cuenta de Facebook que está “profundamente conmovido” por la situación de Vincent, pero “como Presidente de la República” declaró que no depende de él “suspender una decisión que es el juicio de sus médicos y que está de acuerdo con las leyes”.
“Son unos monstruos”
Este lunes, el doctor Vincent Sanchez, jefe del departamento de cuidados paliativos del Hospital de Sebastopol, ha comunicado a la familia de su paciente que el protocolo para poner fin a su vida ya ha empezado. “El cese del tratamiento [y] la sedación profunda y continua [se inició] esta mañana”, escribió el médico en un correo electrónico del que AFP obtuvo una copia.
De este modo, la nutrición e hidratación artificial que mantienen con vida a Vincent Lambert se irán deteniendo paulatinamente, a la vez que al paciente se le aplicará una “sedación profunda y continua” hasta la muerte con el ansiolítico midazolam por vía intravenosa. Debido al cese simultáneo de la hidratación y la nutrición, la muerte ocurrirá aproximadamente al cabo de una semana de iniciado el procedimiento.
Jean Paillot, uno de abogados de los padres de Vincent Lambert, ha calificado de “vergüenza” y “escándalo absoluto” el inicio del protocolo. “Ni siquiera han podido besar a su hijo”, reaccionó ante AFP el letrado.
Los abogados de la familia opinan que el doctor Sanchez actuó “en violación de todos sus deberes” al anunciar el “inicio del proceso de la muerte sin previo aviso, sin importar el recurso, sin tener en cuenta medidas provisionales”. El médico actuó de acuerdo con la decisión de interrumpir los cuidados médicos de Vincent validada este abril por el Consejo de Estado francés.
“Todavía hay tiempo para detener esta locura”, han asegurado los letrados, quienes recientemente presentaron tres nuevas apelaciones contra la decisión ante el Consejo de Estado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y ante el Tribunal de Apelaciones de París.
La madre de Vincent Lambert, por su parte, al enterarse de la puesta en marcha del protocolo para poner fin a la vida de su hijo, calificó a sus médicos de “monstruos”. “Quiero ver a mi hijo antes de que se vaya a dormir“, exclamó este lunes cuando acudió al hospital donde está ingresado.
El día anterior los medios franceses publicaron un video de los últimos momentos de Vincent Lambert con su madre, Viviane. La mujer comentó que se ausentaron tres días y al llegar al hospital su hijo los reconoció y comenzó a llorar.
¿Morirá de hambre o de sed?
La suspensión de los procesos que mantienen con vida a Lambert suponen la interrupción de la hidratación y la alimentación artificial, por lo que los oponentes de este protocolo— incluidos sus padres, apoyados por asociaciones católicas— plantean una pregunta que pone en duda la humanidad de este proceso: ¿de qué morirá el paciente: de hambre o de sed?
No obstante, los especialistas refutan esta interrogación y explican que “Vincent Lambert no tendrá hambre ni sed, morirá naturalmente en unos pocos días”. De acuerdo con el doctor Bernard Devalois, especialista en cuidados paliativos en el centro de salud Bordeaux- Bagatelle, “en el caso del señor Lambert, no hay sensación de sed: para tener sed debe estar consciente”.
Cuando se detenga el tratamiento de Vincent Lambert, sus órganos dejarán de funcionar, y entonces una insuficiencia renal provocará que el potasio se acumule en la sangre y finalmente se detenga su corazón.
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