El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró en una entrevista, publicada el pasado domingo por The Wall Street Journal, que su país podría verse envuelto en un conflicto con el movimiento chiita Hezbolá en caso de que no cesen sus ataques hacia territorio israelí.
“La prioridad es no entrar en una guerra” con Hezbolá, indicó Gallant, quien enfatizó que alrededor de 80.000 civiles israelíes “necesitan poder regresar a sus hogares”, situados en el norte de Israel, “de manera segura”, luego del ataque del grupo chiita contra una base militar hebrea.
No obstante, enfatizó que, si no se llega a un acuerdo para terminar con las hostilidades, no se descartará una incursión militar por parte de Israel en el Líbano. “Estamos dispuestos a sacrificarnos”, afirmó Gallant, recalcando que los militantes de Hezbolá son conscientes de lo que “está sucediendo en Gaza”, por lo que las Fuerzas Armadas israelíes pueden “copiar y pegar” un conflicto similar en Beirut, la capital del Líbano.
De acuerdo con Gallant, se ha movilizado una gran cantidad de soldados en la frontera norte de Israel ante un inminente conflicto armado con Hezbolá. Por último, el ministro señaló que el objetivo final de Tel Aviv es convencer a los que considera sus enemigos de que cualquier agresión que lleven a cabo podría tener graves consecuencias.
“¿Debería permitirse a Hamás, Hezbolá e Irán decidir cómo vivimos nuestras vidas aquí en Israel?”, preguntó Gallant al entrevistador, concluyendo, a manera de respuesta, de que Tel Aviv no aceptará sus decisiones.
The Washington Post informó el pasado sábado, con base en fuentes familiarizadas con el asunto, de que funcionarios de la administración de Joe Biden temen que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lance una guerra total contra Hezbolá en un intento de salvar su carrera política.
Por otro lado, medios locales mencionaron que Netanyahu aseveró en una reunión con funcionarios israelíes que está dispuesto a resolver el conflicto con el grupo chiita por medios políticos, aunque aclaró que si estos métodos fracasan se buscarán “otras” opciones.
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, realizó una gira por algunos países de Oriente Medio, con escalas en Turquía y Grecia, en un esfuerzo por reducir las tensiones entre Israel y Hezbolá. Sin embargo, el movimiento radical chiita lanzó el pasado sábado decenas de misiles contra una base israelí ubicada en el norte del país hebreo, en respuesta al ataque del pasado martes contra un suburbio de Beirut, en donde resultó muerto un alto dirigente del movimiento palestino Hamás.
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