La muerte de Luz Raquel Padilla ha desatado una ola de indignación en México. La mujer, de 35 años, se dedicaba a cuidar a su hijo con autismo, sufrió discriminación por eso y aunque pidió auxilio a la policía, las autoridades no le brindaron atención y el pasado sábado fue quemada viva en un espacio público.

El sábado 16 de julio, Padilla caminaba en la vía pública, en la colonia Arcos de Zapopan, en el estado de Jalisco, cuando desconocidos le rociaron alcohol y le prendieron fuego. La mujer resultó con quemaduras por contacto directo de segundo y tercer grado en más del 80 % de su cuerpo.

Padilla estuvo internada en el Hospital Civil de Guadalajara y este martes se confirmó su fallecimiento. Activistas y organizaciones sociales acusan que se trató de un crimen de odio por discapacidad.

Denuncia de amenaza previa

Esa no fue la primera agresión que sufrió Padilla. Antes del ataque mortal, fue amenazada en reiteradas ocasiones y por eso había efectuado varias denuncias ante las autoridades del municipio de Zapopan y del estado de Jalisco.

A mediados de mayo, Padilla fue víctima de un ataque con cloro de uso industrial en la zona del tórax, que le dejó quemaduras de segundo grado y afectaciones en el seno izquierdo. El 17 de ese mes, Luz Raquel denunció que diariamente recibía amenazas de muerte por parte de su vecino, a quien identificó como su “agresor”.

En su cuenta de Twitter, la mujer publicó fotografías de las pintas realizadas afuera de su vivienda, en donde se leían los siguientes mensajes: “Te voy a quemar viva” y “Te vas a morir, Luz“. En ese trino, Padilla informó que había levantado una denuncia ante las autoridades, pero que no hacían nada para protegerla.

De acuerdo con la organización Yo Cuido México, que se dedica a promover la remuneración del trabajo de cuidados, Padilla denunció la agresión ante la Comisaria General De Seguridad Publica de Zapopan y solicitó a las autoridades ser integrada a “Pulso de vida”, un programa para mujeres a quienes se les entrega un dispositivo de geolocalización para activar en caso de emergencia.

“Sin embargo, le negaron ser integrada a dicho programa al considerar que las amenazas que recibía, debido al comportamiento de su hijo menor de edad con autismo, no eran causa suficiente“, denunció la organización Yo Cuido México en un comunicado de prensa.

Padilla estaba a cargo de su hijo de 11 años, quien tiene trastorno del espectro autista y epilepsia. La activista por los derechos de los cuidadores había denunciado en sus redes sociales que vecinos le enviaron a patrulleros porque el menor tenía crisis que le hacían patear y pegar en paredes.

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Amenazas por “discriminación”

Desde Yo Cuido México advirtieron que “Luz Raquel no es la única madre y cuidadora que ha recibido amenazas asociadas a la discriminación e ignorancia que se manifiestan en contra de las personas con discapacidad”.

Desde la sociedad civil exigieron al Gobierno de Jalisco y de Zapopan que castiguen a los responsables del crimen y que protejan al hijo de Padilla.

“Hoy urge garantizar el futuro del menor, su supervivencia económica, terapias, atención médica y cuidados que garanticen su desarrollo integral en un México que hoy no cuida, ni protege y, sobre todo, que no escucha a las mujeres”, denunciaron.

Respuesta del gobernador

Tras la indignación generada, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, hizo referencia al “crimen atroz” de Padilla y destacó que el caso no quedará en la impunidad.

“Vamos a dar con los responsables y van a acabar tras las rejas por este brutal crimen“, dijo Alfaro ante medios locales, agregando que la Fiscalía General del Estado de Jalisco agotaría todas las líneas de investigación.

Asimismo, el gobernador se comprometió a que el hijo de Padilla tendría “todo el apoyo institucional”.