El lanzamiento de prueba del misil hipersónico AGM-183A que realizó la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha terminado en fracaso por segunda vez, según se desprende de un comunicado emitido por la base Eglin, perteneciente a esta rama militar.
La prueba tuvo lugar este 28 de julio en el polígono Point Mugu, en California, donde el misil de lanzamiento aéreo debía separarse de un bombardero estratégico B-52H.
Según el comunicado de la base aérea Edwards, el misil “se separó sin problemas de la aeronave y demostró con éxito la secuencia de lanzamiento completa, incluida la adquisición de GPS, la desconexión umbilical y la transferencia de energía de la aeronave al misil”.
“Tras las exitosas maniobras de separación, el motor del misil no se encendió“, se señala en el comunicado.
Cinco veces la velocidad del sonido
El primer lanzamiento de prueba de este misil tuvo lugar a primeros de abril pasado y fracasó debido a que el arma, portada por un bombardero estratégico B-52, “no se lanzó”, según un comunicado. El error se produjo después de que la Fuerza Aérea retrasara la fecha de esa prueba varias veces, habiendo planeado originalmente llevarla a cabo antes de finales de 2020.
El misil está siendo desarrollado en el marco del programa Arma de Respuesta Rápida de Lanzamiento Aéreo (ARRW, por sus siglas en inglés). El contrato para el rápido desarrollo de prototipos del ARRW, con un importe de 480 millones de dólares, se otorgó en agosto de 2018 a la compañía Lockheed Martin.
La Fuerza Aérea de EE.UU. espera que sus primeras armas hipersónicas estén listas para los años 2022 y 2023.
Anteriormente, tanto expertos como mandos militares estadounidenses reconocieron el retraso del país norteamericano en el campo de las armas hipersónicas con respecto a Rusia y a China.
Las armas hipersónicas son aquellas capaces de volar a más de cinco veces la velocidad del sonido, pudiendo maniobrar y cambiar su dirección y altitud, lo que hace imposible su interceptación a día de hoy.
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