El Gobierno de Joe Biden se propone dar otra oportunidad de solicitar asilo a los inmigrantes que fueron deportados a México para que esperasen allí la resolución de sus solicitudes, inicialmente denegadas por no comparecer a la audiencia respectiva ante un tribunal estadounidense.
Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), consultadas por la agencia AP, detallaron que el nuevo registro de solicitantes de asilo comenzará a partir de este miércoles 23 de junio.
En el marco del programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), implementado por la Administración de Donald Trump, EE.UU. deportó a México a unos 68.000 centroamericanos que solicitaron asilo, para que esperasen en el país vecino la resolución de sus casos.
El pasado 11 de febrero, el Departamento de Seguridad Nacional anunció un plan para procesar gradualmente los casos de migrantes deportados a México bajo ese programa. En esa primera fase, la nueva directriz solo aplicaba para las personas que tenían casos pendientes ante la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR).
Entre el 19 de febrero y el 25 de mayo, el Gobierno de Biden permitió la entrada de 11.200 personas para que continuasen en territorio estadounidense sus trámites de asilo.
Luego, en un giro a la política migratoria implementada por la Administración de Trump, el secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, anunció el 1 de junio la finalización del programa de Protocolos de Protección a Migrantes, también conocido como ‘Quédate en México’.
En espera de confirmarse oficialmente, la nueva directriz de la Administración de Biden permitiría el ingreso de los solicitantes de asilo que fueron deportados a México y cuyos casos fueron desestimados o denegados por no comparecer ante tribunales de inmigración.
Unos 28.000 migrantes fueron expulsados al país limítrofe sin haber podido estar presentes en su última audiencia, según reportó el sitio Buzzfeed News. De momento, el Gobierno estadounidense no ha informado oficialmente sobre el número de personas que podrán solicitar asilo nuevamente.
Violencia contra inmigrantes
En el contexto de la pandemia del covid-19, el Gobierno de Biden mantuvo la aplicación del Título 42 de la Sección 265 del Código de EE.UU., que con el argumento de la salud pública permite la rápida expulsión de migrantes.
Así, con el alegato de evitar la propagación del covid-19 en los centros de detención, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés), amparada en el Título 42 de la Sección 265, expulsa de manera inmediata a los migrantes indocumentados.
Esta política ha tenido efectos devastadores para miles de familias. La organización Human Rights First documentó que, desde que Biden asumió la Presidencia, unos 3.250 migrantes deportados a México fueron víctimas de agresiones, secuestros, asaltos armados, violación sexual y trata de personas.
En el informe, publicado este martes, se detalla por ejemplo que una niña hondureña de siete años y su madre fueron secuestradas en la ciudad de Nogales, en el fronterizo estado mexicano de Sonora, después de buscar protección y ser deportadas por EE.UU.
“El secuestrador torturó a la mujer durante más de dos semanas, hasta que su familia pudo pagar un rescate para asegurar su liberación”, detalla el informe sobre los peligros que enfrentan los migrantes cuando son deportados a los estados del norte de México.
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