Este viernes se cumplen 55 años del brutal asesinato de la actriz estadounidense Sharon Tate, un suceso que conmocionó a Hollywood y marcó un hito en el panorama cultural de los años sesenta.

El 9 de agosto de 1969, Tate, embarazada de ocho meses, fue asesinada junto con otras cuatro personas en su casa de Benedict Canyon, en Los Ángeles, por seguidores del culto asesino de Charles Manson.

El asesinato de Tate, una estrella en ciernes conocida por sus papeles en películas como ‘El valle de las muñecas’ y ‘La danza de los vampiros’, se convirtió en uno de los crímenes más infames de la historia de Estados Unidos. La naturaleza de los homicidios y el hecho de que Tate fuera una figura pública en el país hicieron que la tragedia fuera aún más impactante.

Tate solo tenía 26 años en el momento de su muerte y estaba casada con el famoso director de cine polaco-francés Roman Polanski, que se encontraba en Londres en el momento del crimen.

‘La familia Manson’

‘La familia Manson’ fue una conocida secta criminal liderada por Charles Manson, una figura carismática que atrajo a seguidores a finales de la década de 1960. El grupo estaba formado principalmente por mujeres jóvenes, que se sentían atraídas por los ideales, sus promesas de amor y comunidad, además de sus visiones apocalípticas.

La secta llevó a cabo los asesinatos supuestamente en un intento de incitar a una guerra racial en el país que el propio Manson denominó ‘Helter Skelter’, término que tomó prestado de la canción homónima de los Beatles.

El crimen formaba parte de una serie de matanzas que aterrorizaron a Los Ángeles durante dos noches. Al día siguiente del asesinato de Tate y sus cuatro amigos, el grupo mató a Leno LaBianca, ejecutivo de una cadena de supermercados, y a su mujer, Rosemary, copropietaria de una tienda de moda, lo que aumentó el miedo y la fascinación del público por el caso.

“El resto del país decía: ‘Bueno, es una estrella de cine. Ya sabes cómo viven'”, declaró la escritora Alisa Statman al Washington Post. “Cuando ocurrieron los asesinatos, la noche siguiente fue cuando el miedo se extendió por todo Estados Unidos”.

Los discípulos de Manson utilizaron la sangre de sus víctimas para escribir en las paredes varias frases con referencia al ritual, al igual que en el caso de los LaBianca. En 1994, la casa de Polanski y Tate fue demolida; sin embargo, en 2019, cincuenta años después del crimen, la mansión Cielo Drive de los LaBianca fue comprada por 1,98 millones de dólares por el actor e investigador de fenómenos paranormales Zack Bagans.

El juicio

El juicio de Charles Manson y sus seguidores se convirtió en un espectáculo mediático, emblemático del final de los años sesenta. Manson, junto con sus seguidoras Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, fueron declarados culpables y condenados a muerte en 1971. Sus condenas fueron conmutadas posteriormente por cadena perpetua cuando el estado de California abolió temporalmente la pena de muerte en 1972.

Manson defendió su inocencia pese las abrumadoras pruebas en su contra y culpó a la sociedad de lo sucedido. Se esclareció que el propio acusado no cometió los asesinatos, sino que fueron sus seguidores quienes lo hicieron actuando bajo sus instrucciones. Sin embargo, en el juicio insistió en que no había matado ni ordenado que sus adeptos mataran a nadie.

El líder de ‘La familia’ murió en prisión el 19 de noviembre de 2017 a los 83 años de edad. Una de sus seguidoras también murió cumpliendo su condena, mientras que otros tres siguen entre rejas.

Un legado maldito

Manson y sus seguidores se convirtieron en símbolos infames del lado oscuro de la contracultura de la década de 1960. Los asesinatos también avivaron el miedo entre las estrellas y la alta sociedad, que empezaron a trabajar más a menudo con guardaespaldas.

El fotógrafo Julian Wasser, que tomó capturas de la escena del crimen para la revista Life días después de los asesinatos, afirmó que los homicidios supusieron el fin de una era en Hollywood.

“No era como ahora: no había ‘paparazzi’, ni secciones VIP, ni seguridad. Era una época muy inocente. Te acercabas y allí estaban”, explica. “Se paraban, sonreían y posaban. Ahora es un negocio. Si quieres tener acceso exclusivo a un famoso, tienes que pagar mucho dinero. Tampoco te consideraban una especie de amenaza psicótica que va a robarles o matarles. Ahora llamarán a su personal de seguridad y te darán una paliza”, afirmó a The Guardian.

La historia de Tate ha sido revisitada en la cultura popular, sobre todo en la película de Quentin Tarantino de 2019 ‘Había una vez en Hollywood’, donde la actriz Margot Robbie interpretó a Tate en una versión reimaginada de los acontecimientos que condujeron a su muerte. El filme despertó un renovado interés en la vida y la carrera de la actriz.