La Cámara de Diputados de México aprobó un dictamen que adiciona el artículo 216 bis a la Ley General de Salud, que prohíbe el uso de ácidos grasos trans en aceites y grasas comestibles, así como en alimentos y bebidas no alcohólicas.

La restricción aplica a los productos de venta al público que durante su elaboración industrial hayan sido adicionados con las popularmente llamadas ‘grasas trans’.

En este sentido, la medida establece que en el proceso de producción industrial de aceites, grasas, alimentos y bebidas no alcohólicas los fabricantes no podrán utilizar más del 2 % de ácidos grasos.

La iniciativa fue votada el jueves 9 de febrero por unanimidad por el pleno de la cámara baja y enviada al Ejecutivo, quien de no tener observaciones, deberá publicarla en los próximos días. Una vez en vigor, la Secretaría de Salud deberá establecer las bases regulatorias para el uso de las grasas trans en el proceso de producción industrial, en concordancia con el dictamen.

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La grasas trans: un peligro para la salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda prohibir el uso de los ácidos grasos trans, ya que su ingesta es responsable de más de 500.000 muertes prematuras al año por cardiopatía coronaria, una de las enfermedades no transmisibles asociadas al consumo de estas grasas, entre las que también se encuentran los accidentes cerebrovasculares isquémicos y la diabetes.

En general, el consumo de grasas trans aumenta considerablemente el riesgo de muerte por cualquier causa en un 34 %, indica la OMS.

En 2021, las enfermedades del corazón representaron la segunda causa de muerte en México, sólo después del covid-19. Mientras que la diabetes y las enfermedades cerebrovasculares se posicionaron en el tercer y séptimo lugar, respectivamente, de acuerdo con las cifras más actualizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

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