Un suizo de 50 años, residente del cantón de Basilea y cuya identidad no ha sido revelada, fue condenado a tres años de prisión condicional por sufragar los servicios de dos trabajadoras sexuales con dinero falso que imprimió en casa, informa The Local. En total, el delincuente estafó a las mujeres con más de 10.000 euros, en episodios ocurridos en junio y octubre de 2019.

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El fraude se reveló cuando una de las prostitutas engañadas intentó depositar el dinero que había ganado en un cajero automático, que no aceptó los billetes. La estafada decidió dirigirse a la policía al descubrir que los billetes “parecían extraños”.

“Estaba oscuro en el apartamento, las cortinas estaban cerradas. Los billetes parecían auténticos. Sólo cuando la máquina no los aceptó, entendí que eran falsos“, testimonió la mujer, de 39 años, ante un tribunal penal de Basilea.

En cuanto al segundo caso de dinero falsificado, el ahora condenado intentó echarle la culpa a la prostituta, al declarar que ella lo había robado. En realidad, le había pagado también con billetes falsos.

Al registrar la casa del criminal, la policía halló muestras del ‘dinero’ que había impreso. El órgano de seguridad especificó que los billetes no tenían los clásicos distintivos de seguridad e, incluso, algunos fueron impresos “al revés”.

El estafador fue declarado culpable de fraude, falsificación y circulación de dinero falso.