La importancia de la flota de submarinos rusos de propulsión convencional ha merecido un comentario en la revista estadounidense The National Interest.
¿Por qué los mantiene Rusia?
A diferencia de la Armada de Estados Unidos, que se dedicó exclusivamente a construir sumergibles solo de propulsión nuclear, Rusia mantiene, además, una flota de submarinos diésel. “Los submarinos rusos se basan mucho más cerca de ‘la acción’ que los submarinos estadounidenses”, explica Kyle Mizokami, experto en temas de defensa y seguridad.
“Mientras que Rusia mantiene submarinos nucleares para patrullas en océanos lejanos, su flota de submarinos diésel es más que adecuada para los conflictos en Europa, Oriente Medio y zonas cercanas de Rusia”, sostiene.
Prestaciones y armas
El pilar de la flota de propulsión convencional de la Armada rusa son los submarinos del proyecto 877, conocidos por la OTAN como de clase Kilo. Apodados ‘Agujero Negro’ por la Marina de Estados Unidos, los Kilo actualizados son extremadamente silenciosos. La clase de estos sumergibles que desplazan hasta 3.076 toneladas sumergidos ha sido construida más o menos de forma continua durante treinta años, lo que es testimonio de su efectividad en el mar.
No son submarinos rápidos. Tienen un rango de acción de 6.000 a 7.500 millas náuticas con una autonomía de 45 días, lo que significa que desde la sede de las bases de la Flota Rusa del Norte pueden patrullar una zona de hasta 1.000 millas náuticas y luego ir a Cuba.
Tampoco son buceadores particularmente profundos. Según el libro Combat Fleets of the World, la clase de Kilo normalmente se sumerge a solo 240 metros, con una profundidad de inmersión máxima de 300 metros.
Un muro de silencio rodea a los Kilo. Su casco tiene la forma parecida a una gota de agua y reduce en gran medida la resistencia al agua en comparación con los antiguos diseños de submarinos de la Segunda Guerra Mundial. Su planta de propulsión está aislada en una base de goma para que no toque el casco, lo que evita que las vibraciones se conviertan en ruidos que pueden escucharse fuera de la nave. El submarino tiene un revestimiento de placas anecoicas de goma para absorber y atenuar el ruido que emana del submarino. El sistema de regeneración de aire puede mantener el suministro de oxígeno a la tripulación hasta por 260 horas, lo que le da a la nave casi dos semanas de resistencia bajo el agua.
El conjunto de sensores forman el radar activo y pasivo de baja frecuencia. También consta de un radar de alta frecuencia para la clasificación de objetivos y la localización de minas. Para una navegación y búsqueda de superficie simple, los Kilos van equipados con el radar MRK-50 Albatros.
Finalmente, los Kilos van provistos de seis tubos de torpedo de 533 milímetros de diámetro, pensados para disparar torpedos, y dieciocho misiles antisubmarinos. En los últimos barcos de la clase, dos de los tubos de torpedo son capaces de disparar torpedos guiados por cable.
Sus operadores
Veinticuatro submarinos de clase Kilo eran operados por la Unión Soviética, de los que once aún permanecen en servicio en Rusia. Diez submarinos de esta clase fueron vendidos a la India y nueve aún están en funcionamiento, mientras que el décimo se incendió y se hundió en agosto de 2013. Irán tiene tres Kilos y Argelia tiene dos. China tenía dos submarinos, comprados después del final de la Guerra Fría.
Los submarinos de esta clase fueron algunos de los primeros buques que los astilleros rusos comenzaron a construir después de la disolución de la URSS. Se desarrolló una versión mejorada de la clase Kilo, conocida como Proyecto 636.3 [en Rusia se clasifican como Varshavianka]. Los 636.3 Varshavianka fueron una actualización completa. Las dimensiones del submarino son esencialmente las mismas, si bien estas naves se caracterizan por ser más sigilosas debido a un mayor aislamiento de las máquinas. El submarino también tiene un rango de acción un 25 % mayor que las versiones anteriores. Sin embargo, los principales sistemas de sonar son, en gran parte, los mismos que en la clase Kilo original.
Una mejora importante de la clase 636.3 es sucapacidad de lanzar misiles de crucero Kalibr– una clase de misiles con versiones de ataque a tierra, antibuque y de guerra antisubmarina. En diciembre de 2016, el submarino ruso Rostov-Na-Donú lanzó misiles de ataque a la tierra Kalibr contra el Estado Islámico.
La República Popular de China fue uno de los primeros clientes de la 636.3, comprando diez submarinos en la década de los 90. Otro comprador ha sido Argelia, que ha adquirido dos Varhavianka para complementar su par de submarinos de diseño soviético.
Vietnam compró seis naves 636.3, con cinco entregados hasta el momento como núcleo de una fuerza naval contra China, su enemigo tradicional.
Finalmente, la Armada rusa compró seis submarinos del proyecto 636.3 para reforzar su Flota del Mar Negro.
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