Un empresario y representante de futbolistas está siendo juzgado en Uruguay por denuncias de varias exestrellas del fútbol que lo acusan de haberlos estafado con un emprendimiento empresarial que consistía en la construcción de un barrio privado de lujo sobre la costa del Río de la Plata, a las afueras de Montevideo.

Pablo Boselli es investigado por presunta estafa y apropiación indebida a través de la sociedad anónima de su propiedad, Milentur S.A. Actualmente, la Fiscalía está en la etapa previa de indagatoria y esta semana testificaron el expresidente del club Nacional, Ricardo Alarcón, y los exfutbolistas Walter Gargano y Gustavo Javier Biscayzacú, de acuerdo con fuentes del caso, citadas por el diario local El País.

El litigio civil es impulsado por los exjugadores Fabián Cannobio y Marcelo ‘Gato’ Romero, quienes en septiembre del año pasado no pudieron llegar a un acuerdo con Boselli en un reclamo por un total de 2,4 millones de dólares por daños y perjuicios. Ambos aseguran que el contratista no les pagó las ganancias generadas por el condominio privado Cumbres de Carrasco, del cual eran accionistas, y lo acusan de “desviación y utilización abusiva de dinero y bienes de Milentur S.A. en su provecho personal y el de su familia”.

El negocio

Boselli decidió construir Cumbres de Carrasco en Ciudad de la Costa y en 2011 creó Milentur S.A. Su objetivo principal es fraccionar en lotes las más de 30 hectáreas de terreno, venderlos a futuros compradores y obtener ganancias por las ventas de un barrio de primera categoría.

Para ello, salió a captar inversores para sumarlos como accionistas de su empresa a cambio de utilidades o dividendos derivados de las ganancias obtenidas con la ejecución y desarrollo del proyecto. Prometió que se construiría un club con una cancha de tenis, que habría servicio de transporte escolar y que incluiría comodidades como piscinas, salas de juegos, salones de usos múltiples, gimnasios, etc.

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Cannobio y Romero creyeron en la iniciativa. Sin embargo, no fueron los únicos. Figuras de talla mundial como Edinson Cavani, Diego Lugano, Diego Godín o Gianni Guigou invirtieron altas sumas de dinero adquiriendo acciones de la sociedad, pero al ver que sus inversiones no generaban los réditos acordados, denunciaron a Boselli.

Un documento judicial presentado por la abogada Cristina Herdt, que asesoró a Cannobio y Romero, señaló que Milentur no generó ninguna utilidad para los inversionistas, mientras que Boselli adquirió terrenos para integrantes de su familia y gastó dinero de la sociedad en viajes al extranjero, hoteles, combustible y gastos de celulares. Por ello, los exfutbolistas resolvieron iniciar una demanda. El contratista les hizo una oferta económica, que ellos consideraron insuficiente, y por tanto iniciaron un juicio millonario.

“Nunca se acercaron a negociar”

Bruno Santín, abogado de Boselli, afirmó el año pasado que ni la sociedad ni su representante tenían “deudas con los demandantes”, señalando que Cannobio y Romero, como accionistas de la sociedad, tenían que aportar y “no lo hicieron”.

Asimismo, recordó que, a diferencia de ellos, otros jugadores involucrados en el pleito habían logrado pactar con su cliente. Romero y Cannobio “nunca se acercaron a negociar”. En este contexto, vale señalar que, en 2016, el exdefensa Diego Lugano, que había invertido alrededor de 160.000 dólares, logró zanjar sus diferencias con Milentur a través de un acuerdo.

Este martes, las hermanas de Lugano y Diego Godín testificaron que sus hermanos no recibieron utilidades de la firma a pesar de haber invertido, y que Boselli se había comprometido a desarrollar 50 hectáreas del proyecto y solo logró 20. Por su parte, los tres testigos a pedido de Santín (Ricardo Alarcón, Walter Gargano y Gustavo Biscayzacú) señalaron que no conocían detalles del funcionamiento de la empresa.

La abogada Herdt insiste en que hubo “violación de todos los derechos esenciales de los accionistas” y que no existió “una rendición de cuentas amplía y detallada” desde 2015 en adelante relativa a todos los ingresos y egresos de la sociedad. En este sentido, la Fiscalía solicitó esta semana un permiso legal para conocer los movimientos contables y financieros de Milentur, entre otros datos.