La continua rotación de personal clave en el aparato administrativo de Ucrania, por parte de Vladímir Zelenski, está dejando una impronta negativa en su relación con los socios occidentales, que ponen en duda lo acertado de sus decisiones, informa Financial Times.
Este lunes, el director de la Agencia Estatal para la Restauración y el Desarrollo de Infraestructuras, Mustafa Nayyem, presentó su dimisión junto con dos funcionarios responsables de adquisiciones y política anticorrupción. Nayyem manifestó en su carta de renuncia, obtenida por el citado periódico, que deja su cargo “debido a obstáculos sistémicos que no me permiten ejercer eficazmente mis poderes“.
Al citar “la oposición constante, la resistencia y la creación de obstáculos artificiales”, Nayyem mencionó al primer ministro ucraniano, Denís Shmygal, y denunció que el Gobierno estaba “socavando sistemáticamente su agencia”. Así, previamente se habría reunido con dos docenas de representantes de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y otros organismos occidentales para advertirles que esperaba que lo despidieran.
“Medidas disruptivas e inexplicables”
Su renuncia es la última en “una serie de cambios de personal en Kiev que han socavado la confianza de los socios occidentales en el gobierno de Zelenski y han irritado a algunos de los propios funcionarios de Ucrania”, recoge el articulo.
De acuerdo con varios funcionarios ucranianos y occidentales, “una serie de despidos, renuncias y reorganizaciones gubernamentales dirigidas por Zelenski en los últimos meses han causado tensión entre Kiev y los socios occidentales que financian la defensa y reconstrucción de Ucrania”.
Según afirmaron, el líder del régimen de Kiev y su Gobierno fueron advertidos sobre lo que sus aliados consideraban como “medidas disruptivas e inexplicables”. “Estados Unidos y otros socios occidentales quieren una relación normal y predecible con sus homólogos ucranianos”, comunicó un funcionario ucraniano bajo condición de anonimato.
“En este momento están perdiendo la confianza en el Gobierno de Ucrania, debido a decisiones de personal que no entienden”, agregó. Esas palabras fueron apoyadas por sus colegas ucranianos, quienes manifestaron que “las rivalidades políticas están en el centro de la reestructuración del Gobierno” del país.
“Un Gobierno débil e impredecible”
Cabe recordar que en mayo también se produjo el despido de Alexánder Kubrakov, quien se había centrado en la infraestructura y la reconstrucción de Ucrania, hecho que provocó “una reacción violenta” por parte de aliados occidentales de Kiev. El periódico destaca que Kubrakov fue considerado por Zelenski como alguien “demasiado complaciente con Washington”.
“Esta situación es realmente mala para la percepción del Gobierno ucraniano y de Ucrania en general. Ucrania es y debe ser percibida como intacta”, expuso Gleb Vishlinsky, director ejecutivo del Centro de Estrategia Económica de Kiev. El despido de Kubrakov y la renuncia de Nayyem “crean una imagen de Gobierno débil e impredecible, lo que es injusto para con los esfuerzos de los ucranianos durante estos años”, concluyó.
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