Genetistas y forenses estadounidenses lograron identificar el hueso de una mandíbula humana encontrado entre la colección de rocas de un niño hace más de dos décadas.
Según informó esta semana la universidad Ramapo College de Nueva Jersey, el segmento óseo pertenecía a Everett Leland Yager, capitán del Cuerpo de Marines de EE.UU., muerto en un ejercicio de militar en julio de 1951.
Inicialmente se pensaba que la totalidad de los restos de Yager, implicado en un accidente de avión, habían sido recuperados del condado californiano de Riverside y enterrados en Palmyra (Misuri). No obstante, en 2001, una madre descubrió que entre la colección de rocas de su hijo había una mandíbula. Al parecer el niño la había recogido mientras exploraba entre unos desechos, presumiblemente en Arizona, creyendo que era una nueva pieza para su repertorio.
Este hueso de la cara, que todavía tenía varios dientes, fue entregado ese mismo año a la Oficina del Sheriff del condado de Yavapai, en Arizona. Las autoridades realizaron pruebas básicas y no encontraron coincidencias en las bases de datos gubernamentales de secuencias de ADN, lo que llevó a un punto muerto dentro de la investigación que duraría 20 años, recogen medios locales.
En enero de 2023, los investigadores del ‘sheriff’ y el médico forense de Yavapai remitieron el caso al Centro de Genealogía Genética de Investigación (IGG) de Ramapo College. Varios meses después, con la ayuda de un laboratorio especializado en personas desaparecidas y no identificadas y un laboratorio forense de Utah, se obtuvo un perfil genético de la mandíbula. Esto se logró con la ayuda de la bioinformática y mediante la secuenciación del genoma completo de la pieza.
El perfil se ingresó a las bases de datos genealógicas GEDmatch Pro y FamilyTreeDNA. En julio pasado, un pasante del IGG, Ethan Schwartz, y varios estudiantes del IGG trabajaron en el caso y, en solo dos días, lograron encontrar un candidato para ser el dueño del resto óseo. “Al mes siguiente, se tomó una muestra de ADN de la hija del capitán Yager para compararla directamente con el perfil del hueso de la mandíbula”, detalló la institución educativa.
No fue hasta el mes pasado que la muestra genética confirmó la relación entre ambos y que la mandíbula era de Everett Leland Yager. Aunque con este resultado se resolvió el caso, no se sabe con certeza cómo el hueso acabó en Arizona, ya que el accidente aéreo ocurrió en California. “Una teoría es que un carroñero, un ave quizá, lo recogió y finalmente lo depositó durante sus viajes sobre Arizona”, dijo Ramapo College.
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