A principios de mayo, el periodista César Hildebrandt, considerado uno de los más influyentes del Perú, desveló que un sondeo encargado por un diario local a la empresa Ipsos, que habría sido censurado por el resultado que arrojó, una especie de facsímil de lo ocurrido en 2021: la victoria de Pedro Castillo sobre Keiko Fujimori.
“Si hoy se repitieran las elecciones, ¿qué pasaría? Ipsos hizo la encuesta (…) primero, Pedro Castillo, con 16 %; y segunda, Keiko Fujimori, con 11 %. Encuesta hecha hace 10 días”, afirmó Hildebrandt el pasado 1° de mayo en su pódcast semanal.
El mismo estudio mostró que, en una segunda vuelta, también se impondría el profesor rural. “Es decir, exactamente igual, el simulacro demostró que las cosas no habían cambiado“, puntualizó Hildebrandt.
“Hace algunos días, la directora de Perú.21 le encargó a IPSOS una encuesta de lo más interesante: si en el 2023 se repitieran las elecciones del 2021, ¿cuál sería el resultado?Las cifras: Castillo 16%, Keiko Fujimori 11%. Y en la segunda vuelta, ganaba Castillo. ¡El mismo…
— Semanario Hildebrandt en sus trece (@ensustrece) May 2, 2023
“El asunto aquí es que la encuesta no se publicó, Perú21 no la publicó, dijo: ‘no, esto es una bomba, una bomba nuclear'”, agregó el veterano periodista.
Sigue la tendencia
La politóloga peruana Katherine Zegarra afirma que el “escenario contrafáctico” planteado por Ipsos, “evidencia que gran parte de la ciudadanía continúa siendo antifujimorista“.
“Ante un escenario en el que compiten Pedro Castillo y Keiko Fujimori, siguen eligiendo lo que consideran que es el mal menor”, opinó en diálogo con RT.
De esa forma, Zegarra aclaró que no se trata de “un apoyo aplastante”. Y, en efecto, ni el exjefe de Estado ni la tres veces candidata presidencial lograron alcanzar siquiera el 20 % de los respaldos.
El 11 de abril de 2021, cuando se realizó la primera vuelta presidencial en Perú, Castillo ganó con el 18,9 % de las papeletas, mientras que Fujimori obtuvo el 13,4 %. Una diferencia que se estrechó en el balotaje: 50,13 % contra 49,87 %.
Ausencia de liderazgos
Zegarra, integrante de la Red de Politólogas, manifestó que la lectura política en Perú muestra una falta de liderazgos y ninguna persona es “altamente representativa”.
“Los peruanos y las peruanas tienen pocas opciones que les parezcan atractivas y no existe un líder o lideresa que recoja de manera eficiente las demandas ciudadanas”, enfatizó.
De hecho, la actual mandataria de la República, Dina Boluarte, permanece en el poder con alrededor de 80 % de desaprobación y con el deseo mayoritario de la población de que renuncie para que se celebren comicios generales cuanto antes, según mediciones demoscópicas.
Y en un informe técnico del Instituto Nacional de Estadística e Informática, que mide la percepción ciudadana sobre gobernabilidad y confianza en organismos del país, publicado en marzo pasado, tan solo el 3,3 % de personas consultadas aseguraron que confían en los partidos políticos.
El perfil de Castillo
El expresidente, quien afronta prisión preventiva por el presunto delito de rebelión y otros, sigue como la figura más sonada de la izquierda en la nación andina.
“Para cierto grupo ciudadano es una víctima de lo que ha sucedido”, asevera la experta, quien apuntó que Castillo adolece de una estructura que lo conserve vigente.
Un ejemplo se dio en Brasil durante la reclusión del actual dignatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El derrocamiento del presidente Pedro Castillo en mucho resume el clasismo y racismo de la clase dominante. De aquellos convencidos de que el poder les pertenece para gobernar a los ciudadanos de segunda clase: al pueblo. Pedro Castillo es hoy referente de unidad. pic.twitter.com/nrmbBsWpUE
— Raúl Noblecilla Olaechea (@raul_olaechea) May 8, 2023
Lula tuvo al Partido de los Trabajadores, mientras que Castillo no tiene ninguna agrupación que lo respalde. Durante su administración renunció a Perú Libre en medio de discrepancias.
“Castillo es es un político solitario y necesitas tener un partido o un mínimo de organización política que mantenga vivas las narrativas o que te genere apoyos. Tampoco tiene una base organizada que mantenga en vigencia ciertos ideales”, indicó Zegarra.
Sumado a esto, aseveró que el antiguo sindicalista “no logró nada” tras su exiguo mandato (2021-2022). “No ha generado algún tipo de política pública con la que pueda ser asociado y generar atracción”, subrayó.
La opción de un “caudillo”
Ante la negativa de Boluarte a renunciar y la insistencia del Congreso en rechazar los proyectos de ley de adelanto de sufragios, el panorama electoral en Perú es incierto.
Entretanto, movimientos sociales y demás personas planean retomar las protestas en contra de la presidenta. En Puno, una de las provincias donde más se han pronunciado a favor de “que se vayan todos”, ya anunciaron una serie de acciones de cara a los próximos meses, incluida una tercera ‘Toma de Lima’ para julio próximo.
Varios analistas en Perú han advertido de la posibilidad de que emerja una figura autocrática, en medio del descrédito de la política tradicional, como ya ocurrió en las postrimerías del siglo XX con la irrupción de Alberto Fujimori.
“No tenemos personas que estén viendo la política a largo plazo, más bien tenemos aventureros que tienen intereses muy a corto plazo y, al final no representan a nadie, no representan demandas generales”, resaltó Zegarra.
Por lo tanto, la especialista advirtió que podría “aparecer una especie de caudillo que tenga medidas autocráticas, políticas eficientes, mas no necesariamente democráticas”. “La ciudadanía está a la espera de un gran salvador”, cerró.
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