Las autoridades de la ciudad mexicana de Guadalajara impidieron una actuación de la banda de metal griega Der Stürmer, cuyas canciones abordan temas como el nacionalismo, la guerra, el antisemitismo y el racismo, informaron medios locales.

Luego de que en redes sociales circulara publicidad sobre un festival que tendría lugar el viernes 13 de enero, y cuya cabeza de cartel sería Der Stürmer, colectivos antifascistas expresaron el jueves su rechazo a la convocatoria y pidieron que se cancelara.

La situación fue de conocimiento del Gobierno de Guadalajara, el cual informó al día siguiente que había negado el permiso para su realización “en respeto irrestricto a la promoción y garantía de los derechos humanos”. “El ayuntamiento de Guadalajara no ha otorgado ni otorgará ningún permiso para hacer un concierto de este tipo”, reiteró el alcalde tapatío, Pablo Lemus Navarro.

Aunque la publicidad del concierto no especificaba una ubicación o domicilio, el alcalde aseguró que unidades de inteligencia habían detectado dos posibles locaciones y desplegaron un operativo de clausura.

El viernes se realizaron 32 supervisiones en espacios de la ciudad considerados potenciales sitios de reunión, como bares, centros culturales, galerías y foros. Como resultado, la Dirección de Inspección y Vigilancia confirmó el sábado que no tenía conocimiento de que la presentación de Der Stürmer “se haya llevado a cabo”.

La banda tenía una presentación anunciada en la Ciudad de México este sábado, cuyo lugar y dirección eran de conocimiento público. Sin embargo, desde la locación emitieron un comunicado asegurando que no había ningún evento agendado de índole político, neonazi o fascista. Se presume que los organizadores del evento optaron por cambiar la sede con antelación.

Formada en 1998, Der Stürmer toma su nombre de un tabloide alemán publicado entre 1923 y 1945 que divulgaba principalmente propaganda nazi y antisemita. Sus integrantes son miembros activos de la escena neonazi en Grecia y las letras de sus canciones promueven el discurso de odio y de la supremacía blanca, así como el nacionalismo radical.