Una compañía subsidiaria de Johnson & Johnson fue objeto de críticas ante un tribunal el lunes por tratar de emplear una argucia legal para resolver decenas de miles de demandas presentadas contra la farmacéutica estadounidense por el uso de supuestas sustancias nocivas y cancerígenas en sus productos.
La subsidiaria, LTL Management, está luchando por mantener el estado de bancarrota, argumentando que es la mejor manera de llegar a una “resolución equitativa, eficaz y consensuada” de las más de 38.000 demandas en las que se asevera que los productos de J&J con talco causaron cánceres, incluido el mesotelioma, informa Reuters.
Esta maniobra legal, conocida como ‘quiebra tejana de dos pasos’ y ya puesta en práctica por otras farmacéuticas acorraladas por los litigios, desviaría hacia la nueva estructura todas las obligaciones que puedan aguardar a la compañía como resultado de cualquier demanda u otras acciones jurídicas.
La empresa, que tiene un valor de mercado por encima de los 430.000 millones de dólares y sostiene que sus productos de talco para el consumidor son seguros, dio así un paso dirigido a que todos los litigios se suspendan mientras LTL esté tramitando la quiebra, de la que ni la farmacéutica ni sus otras subsidiarias forman parte.
El juez Michael Kaplan, en Nueva Jersey, ha programado un juicio de cinco días de duración para considerar la petición de los comités de demandantes para que se desestime el caso de bancarrota. La conclusión está prevista antes de finales de este mes.
El caso de quiebra está destinado a demorar y frustrar las demandas, que en otro caso conseguirían juicios por jurado directamente contra J&J, aseguran los letrados que representan a las víctimas, citados por Reuters.
Los abogados de los demandantes señalan que si avanza el caso de quiebra, esto podría un límite injusto de 2.000 millones de dólares sobre las recompensas que la farmacéutica pagaría a las personas perjudicadas por sus productos.
Brian Glasser, representante de las víctimas de mesotelioma, afirmó el lunes que J&J ha resuelto 6.846 casos por 966 millones de dólares antes de decidir recurrir a esta estratagema legal el año pasado. Las demandas restantes, según él, podrían suponer para la empresa el desembolso de otros 5.500 millones de dólares, lo que no causaría un “estrés financiero” a una compañía de semejante valor.
“El hecho de que Johnson & Johnson es rica y tiene miedo al daños a su reputación no le da el derecho a evitar el sistema de jurados”, dijo Glasser.
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