Las excavaciones realizadas en la necrópolis de San Genesio, cerca de Pisa, corroboran la hipótesis de que, en las décadas posteriores a la caída del Imperio romano, en la ciudad italiana vivía una comunidad germánica, afirman los autores de un estudio publicado este martes en la revista Archaeological and Anthropological Sciences.
En particular, entre las 400 tumbas estudiadas se localizó un pequeño grupo, del siglo VI, que contenía elementos de madera, como ataúdes y troncos de árboles. El hallazgo es significativo porque el uso de madera en entierros “es un fenómeno extraño en el mundo romano de la Antigüedad tardía”, señalan los arqueólogos, que agregan que el empleo de este material para funciones funerarias es “atribuible al entorno cultural germánico”.
“En el norte y centro de Italia, el entierro de madera está inevitablemente asociado con tumbas que contienen armas y joyas femeninas de tradición germánica y, por lo tanto, deben de compartir las mismas raíces culturales”, indican los autores.
Asimismo, al menos uno de los 257 individuos hallados en la necrópolis presentaba rastros de deformación craneal artificial, una práctica característica de las tribus germánicas que indicaría su procedencia aristocrática.
El sujeto destaca también por otros rasgos, como por ejemplo su estatura, que era “decididamente” superior a la media de la época, lo que “podría sugerir un origen genético diferente, así como una rica ingesta dietética durante el crecimiento”. Además, era jinete y tenía varias heridas curadas y una que no se cicatrizó y que aparentemente le produjo la muerte cuando tenía unos 50 años.
Según estiman los arqueólogos, el individuo era líder militar y habría fallecido durante la Guerra Gótica, un difícil conflicto entre el Imperio bizantino y el reino ostrogodo de Italia que tuvo lugar entre los años 535 y 554 y terminó con la devastación de la península itálica.
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